
LA PURGA TERAPÉUTICA Nací en una familia de clase media, en el verano de 1990. Desde muy chico me llevaban a veranear a Mar del Plata. Tenía unos 5 años cuando mi abuela Celina me enseñó que para meterme al mar tenía que buscar un punto de referencia en tierra: una sombrilla, un cartel, una carpa, el edificio de una marca de alfajores... Es que si no conocés las playas de Mar del Plata, tengo que contarte que están divididas por pasarelas de roca llamadas escolleras. Mi abuela me decía que el mar es peligroso: "No te das cuenta pero la marea te va llevando de a poco adonde no hacés pie o contra las rocas y te podés lastimar". De esto hago un paralelismo con la vida real: la marea es la vorágine, la manada, la rutina, el "piloto automático", como quieras llamarlo. A mis 8 años, un día en clase de nataci...